Opinión:

Sinceramente (y siento empezar así la reseña), no me he enterado de nada. En serio, es una de estas lecturas que terminas, te preguntan de que van, y no sabes que responder. Cada dos por tres la autora estaba nombrando a unos personajes, pero entre que los nombre más raros no podían ser, y que no me he leído el primer libro (supongo que será por eso), no sabía de quién me estaba hablando.


Si, no me he leído el primer libro. Y es que esta novela forma parte de una trilogía llamada El jinete del dragón. Este ejemplar llegó a mí gracias a Boolino, quién decidió mandarme uno de los ejemplares que le proporcionó la editorial Siruela.

Al ver que era una segunda parte, me asusté un poco, pero decidí adentrarme igualmente en la lectura. Por lo que podéis ver, no me ha gustado nada.

Como he dicho antes, había muchos personajes, con nombres rarísimos, de los que al fin acabé sin saber de quién me estaba hablando. La pluma de la autora tampoco es que ayudase, no me ha terminado de convencer. Hace demasiadas descripciones para mi gusto y repite las cosas. Me saltaba páginas y aún así seguía el hilo porque hablaba demasiadas veces de lo mismo.


Eso sí, me ha encantado el mensaje de proteger el medio ambiente. Es algo muy importante actualmente y creo que dar este mensaje en un libro que está al alcance de los niños ha sido muy buena idea.

Finalmente, añadiría que ha sido demasiado infantil. Últimamente no estoy quedando muy a gusto con los libros que leo de fantasía. Prefiero leer otro tipo de novelas ya que estas se me hacen muy pesadas.